¿Qué es la vida? Todo ser humano se lo ha preguntado alguna vez, pero carecemos de respuesta. Mirémonos: venimos de una unión casual de elementos sin vida y hemos evolucionado hasta lo que somos. Si lo pensamos, nuestra identidad ni siquiera nos pertenece. Nuestros pensamientos son producto de procedimientos químicos que no comprendemos, nuestro cuerpo no tiene nombre propio, cada diez años regenera casi todas sus células. Cada día nos perdemos y reinventamos un poco. ¿Acaso somos nosotros?. Somos una masa de células realizando funciones coordinadas ¿No es increíble?
Vayamos más allá. Vivimos en un planeta minúsculo en alguna región de un universo. No sabemos cómo empezó todo, ni qué es el todo. ¿Qué hay ahí afuera? Posiblemente un número infinito de universos. Esparcidos por una nada absorbente, o quizá la nada es el todo y nosotros sólo somos la casualidad. Nunca conoceremos la verdad absoluta, somos meros observadores de la realidad. El universo cambia y se aleja mientras intentamos comprenderlo. Apenas intuimos algunas leyes que lo rigen. Somos un pez en su pecera que ve una imagen distorsionada del exterior. Es posible que haya formas de vida semejantes ahí afuera. ¿No entran ganas de ir a comprobarlo?
Nunca comprenderemos de dónde venimos.
Para nosotros, habitantes del planeta azul, lo importante es esta vida aquí. Pero, nuestro planeta está enfermo, y somos los causantes y las víctimas. Por creernos los dueños del universo, por pensar que podemos controlarlo todo. ¡Qué equivocación! ¡Qué arrogancia!. ¿Cómo es posible que existan personas tan egoístas dispuestas a cualquier cosa, ajenas al resto de la humanidad?.
Solo nosotros, unidos, podemos salvarnos de nosotros mismos. Está en nuestras manos evitarlo. Si la auténtica meta es la felicidad, que sea para toda la humanidad, antes de que un capricho irrevocable del universo la ponga fin.
-Denna Nim-
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